Así ha amanecido María Santísima de la Amargura tras el Triduo Eucarístico de la Hermandad celebrado la semana pasada. Para el época estival, la Dolorosa, que cumple este año su cincuenta aniversario, ha sido ataviada con un tocado de aguas, saya blanca bordada en oro viejo y el manto rojo liso. La imagen es coronada por un aro de estrellas plateado. Una imagen inusual en la Virgen del Silencio que podremos contemplar hasta después de verano en la Parroquia Mayor de Santa Cruz.
María Santísima de la Amargura. Foto: J. Antonio Fernández. |
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