Coronación Canónica de Nuestra Señora del Valle. |
El próximo ocho de septiembre se habrán cumplido quince años desde que la Patrona y Alcaldesa Perpetua de Écija, Nuestra Señora del Valle, fuera coronada canónicamente tras una larga espera de casi más de sesenta años.
Para la ocasión, se levantó un suntuoso altar en el Parque de San Pablo, hasta donde fue trasladada en Rosario de la Aurora desde la Parroquia Mayor de Santa Cruz en su portentoso paso de salida, por su cuadrilla de costaleros y sus capataces. A la llegada de la procesión al Parque de San Pablo, el paso de Nuestra Señora del Valle fue colocado en el altar.
La ceremonia de la Coronación estuvo presidida por el entonces Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, y concelebrada por más de treinta sacerdotes, encontrándose entre ellos don Ángel Fernando del Marco Ostos, actual Arcipreste de nuestra ciudad, que había sido ordenado poco antes. Asimismo, el acto tuvo una amplia representación de las hermandades locales y la presencia del Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla y el Hermano Mayor de la Hermandad del Valle de Sevilla. También contó con la representación de autoridades locales de la ciudad, tanto civiles, encabezadas por el alcalde, Julián Álvarez Ortega, que ofreció el bastón de Alcaldesa Perpetua a la Virgen, como militares.
Los duques de Almenara Alta fueron los padrinos del acto, quienes ocuparon un lugar preferente y custodiaban la corona de oro, realizada por el orfebre Alfonso Martín Carrasco y donada por la Asociación de Amas de Casa, que más tarde sería impuesta sobre las sienes de la Virgen. Sin embargo, no fue la corona el único estreno de este gran día para Écija. Ese mismo día, se estrenaron también la nueva cruz parroquial, los ciriales, varios calices y copones, y un báculo de cerámica para el Arzobispo. Asimismo, la Policía Local estrenaba uniformes de gala para la ocasión.
Tras haberse leído el decreto de Coronación, el Arzobispo bendecía y ceñía las coronas sobre el Niño y la Virgen. Eran aproximadamente las once de la mañana cuando se producía este momento. Como muestra de júbilo, se lanzaron cohetes al cielo, se soltaron más de doscientas palomas blancas y repicaron durante un largo rato las campanas de las once torres de nuestra ciudad.
Poco después, los fieles recibieron la comunión, un rato que se hizo interminable para los asistentes al acto pero, a la vez, ameno, gracias al magnífico repertorio escogido por la Coral Astigitana, a cargo de la cual corrió la parte musical. Con el rezo de la salve se ponía punto y final al pontifical celebrado en el Parque de San Pablo.
Nuestra Señora del Valle, ya coronada, regresaba a su templo en procesión triunfal por las calles de su pueblo. La Hermandad invitó a las cuadrillas de costaleros de distintas Hermandades de Écija a llevar el paso hasta la Plaza de España, donde su cuadrilla se hizo cargo de portarla hasta la Parroquia Mayor de Santa Cruz, donde, a día hoy, quince años después, sigue cuidando de todo el pueblo de Écija, un pueblo que ese día demostró el amor y la devoción que profesa hacia su Patrona.
Por: @semanasantastig
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