Nuestra Señora del Valle a su paso por su Casa de Hermandad. |
La Patrona y Alcaldesa Perpetua de la Ciudad de Écija, Nuestra Señora del Valle, fue fiel otra año más a su cita con los ecijanos. Pocos minutos después de que se abrieran las puertas de Santa Cruz, salía nuestra Patrona, que este año lucía su manto de color blanco roto, dejando un peculiar olor a nardo por las calles ecijanas.
El cortejo, que este año era casi interminable y soportó grandes "parones" a lo largo del recorrido, contaba con un gran número de penitentes y una amplia representación de las hermandades y cofradías, así como del Consistorio ecijano.
Poco después de su salida, Nuestra Señora del Valle llegaba al Convento de las Florentinas, donde la esperaban las monjas Dominicas, que entonaron hermosas melodías ante su paso, que este año estaba portado por un mayor número de costaleros que en años anteriores.
A los sones de la Banda de Música del Santísimo Cristo de Confalón, enfilaba el paso de nuestra Patrona, ya bien entrada la noche, la calle Más y Prat en dirección a su Casa de Hermandad, donde los grupos jóvenes de las distintas hermandades de la ciudad esperaban a Nuestra Señora del Valle para ofrecerle una "petalá".
Tras este emotivo momento, Nuestra Señora del Valle llegaba a su plaza con una gran afluencia de público, donde a sones de la marcha Coronación de la Macarena realizó una portentosa entrada en su templo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario