El pasado domingo tuvo lugar el Pregón de las Glorias de María en la Iglesia Conventual de San Pablo y Santo Domingo. Este año le tocó el turno a María del Valle Pardal Castilla, quien deleitó al público con su exaltación. El acto estuvo amenizado por la Agrupación Musical AMUECI, además de estar presentes miembros de todas las Hermandades y Cofradías de Écija, las autoridades civiles, el rector del Convento, el Consejo de Hermandades, la academia de buenas letras Luis Vélez de Guevara y los numerosos devotos y cofrades astigitanos.
El evento comenzó con una emotiva presentación del pregonero del pasado año, Ceferino Anguilera Ochoa, quien además recordó el próximo año Concepcionista que nos aguarda.
Tras los sones de AMUECI, María del Valle subía al atril de la Iglesia tras rezar unos momentos ante la imagen que preside el Templo, Nuestra Señora del Rosario, y comenzaba: Ave María Purísima.
Recordando todas y cada una de las advocaciones gloriosas de nuestra ciudad, mencionaba sus principales impulsoras a este mundo: su madre y su abuela. Tras nombrarlas, la pregonera se emocionaba y cogía aire para continuar con su exaltación.
Reconocía no sentir fiel devoción ante algunas imágenes, con la frase: 'Aún no soy rociera, ni salesiana tampoco'.
Como anécdota con su hijo, a quien definía como un torbellino sin descanso, recordaba como lo llevó por primera vez a Santa Cruz y le mostró ante la Patrona.
La parte final del acto la reservó para las Dolorosas de nuestra Semana Santa. Un pregón anunciado desde el más profundo y sincero sentimiento. Un pregón nuevo. Un pregón emotivo.
Suenan los himnos de España y Andalucía y la Iglesia se invade de fuertes aplausos a una mujer que ha sabido llevar las Glorias al sitio de categoría que se merecen. Enhorabuena.
"Que así sea".
María del Valle Pardal durante el Pregón de las Glorias |
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