Durante toda la semana variaba la probabilidad de algunas lluvias el Domingo de Resurrección, que finalmente se había mantenido en torno a un 25% a lo largo de la mañana. Con suaves temperaturas calurosas y con viento amencía el último día de la Semana Santa, con un sol radiante y algunas nubes dispersas. Pero eso no evitaría que, después de dos años sin salir, la Hermandad del Resucitado realize este año su estación de penitencia. Y así lo hizo.
A las diez de la mañana las campanas de la Parroquia Mayor de Santa Cruz anunciaron la hora prevista para la salida de la cofradía. Poco después la imagen de Cristo Resucitado ya asomaba por el dintel de la puerta a ojos de una plaza parcialmente llena. Había ya ganas de un Domingo de Resurrecció perfecto, aunque siempre predomina la tristeza de una nueva despedida a la mayor de las semanas del año, la Semana Santa. Minutos después salía María Santísima de la Alegría con el manto blanco bordado y con un tacado de tablas, estilo que varía cada año. Finalmente las bandas que acompañaron a ambos Titulares fueron la Banda de Cornetas y Tambores Soberano Poder (Peñaflor, Sevilla) y la Unión Musical Astigitana.
La Hermandad comenzaba a discurrir por la calle Zayas en busca de la Carrera oficial. Aunque con un público poco nutrido, los ecijanos no faltaron a su cita con la corporación. Hermandad humilde donde las haya, con muy bajo número de nazarenos, los cuales iban acompañados por más de una decena de niñas ataviadas de blancas mantillas.
Con el tintineo de las campanitas de los más pequeños que precedían la Cruz de Guía, las Hermanas de la Cruz ya quedaron avisadas de la llegada de la Hermandad. A sus puertas se arrió el paso de Cristo, donde las monjas cantaron a la Gloriosa Resurrección de Jesús. Más tarde harían lo propio ante el paso de María Santísima de la Alegría.
Otro de los momentos emotivos de la mañana, fue en la Casa-Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, que por cierto hoy se inicia la Cuaresma Rociera hacia Pentecostés. El Hermano Mayor de la corporación de Gloria hizo la levantá al paso de Cristo.
A la hora prevista de la entrada en Carrera oficial, los acólitos y la Cruz de Guía tomaban la Plaza de España, a donde llegaría el primero de los pasos momentos más tarde. Para Cristo Resucitado sonó Eres de todos, mientras que la Virgen de la Alegría entraba por Tribuna a sones de La Saeta, adaptada a otro ritmo para un paso de Virgen por la parte de la Unión Musical Astigitana. Ambos pasos discurrían a la vez por los palcos, uno en una punta y el otro en otra.
Pero sin duda donde nunca se puede perder esta Hermandad es la entrada. Una abarrotada plaza de Santa Cruz recibía a la cofradía a eso de las dos de la tarde. Jesús Resucitado llegaba a sones de Alma de Dios con vacilantes chicotás para recibir a la Virgen de la Alegría, mientras que el segundo paso se aproximaba ya a la plaza. Cara a cara. Frente a frente. Los dos ya se miraban sonriendo. Cristo ha resucitado. Al son de Mi Amargura interpretada por El Pío, ambos pasos se mecían de frente. Ya los sentimientos de los hermanos y devotos se ponían a flor de piel. Tras el tradicional saludo, o despedida (depende de como se mire), ambos pasos entraban uno tras otro rozando las tres de la tarde. Se ponía así punto y final con broche de oro, y quien no lo piense así se equivoca, a una radiante, espectacular y sentimental Semana Santa ecijana de 2015, año en que se cumple cuatrocientos año del Voto Concepcionista de la ciudad y Año Santo Jubilar Mariano.
No lo olviden, ya ha empezado la cuenta atrás para el próximo Domingo de Ramos de 2016, que será el 20 de marzo. Faltan 349 días.
He dicho.
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