"Mi abuela me contaba desde pequeño una vieja tradición del Patrón ecijano. Cada 25 de enero iba con ella a ver a San Pablo, y lo acompañábamos durante todo el recorrido hasta llegar a Santo Domingo. Ya no puede acompañarlo. Pero tras salir de la Iglesia de Santa Bárbara, aunque algunos años de Santa María, nos dirigíamos tras el paso de nuestro Patrón dirección a la calle Santa Cruz. Cuando nos íbamos acercando a la esquina de Más y Prat, en el bar Cuatro Puertas, mi abuela me decía así: Si San Pablo cruza la esquina del Cuatro Puertas con los faroles encendidos será un un buen año para Écija, pero si lo hace con las velas apagadas no será un año bueno para su pueblo. Así que fíjate si en lo que queda hasta llegar a la esquina va el paso iluminado, o no. Pero tú sabes, esto es cosas de los antiguos, pero que también me lo contaba mi madre de niña...
No se olviden, miren los faroles de San Pablo cuando pase por el Cuatro Puertas".
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