María Santísima de la Piedad. |
La Hermandad Sacramental de la Sagrada Mortaja ha realizado este fin de semana un besamanos inédito a su Dolorosa. Este año, se conmemora el XXV Aniversario Fundacional de la Hermandad, la cual prolongará sus actos extraordinarios desde este año hasta el próximo 2017.
Para esta ocasión, la corporación del Viernes Santo ha querido recordar lo que hace veinticinco años hicieron como primer acto del germen de la nueva Hermandad: un besamanos con la Virgen. En 1989 se monta un besamanos en Semana Santa a Nuestra Señora de los Dolores (antigua advocación de la Virgen de la Piedad) y un besapiés al Santísimo Cristo de la Misericordia. Este acto, puramente sencillo y montado por los jóvenes cofrades, se realizó en el Altar Mayor de la Iglesia de los Descalzos.
Este año han querido remorar aquella estampa: la Virgen de la Piedad en el Altar Mayor con su ráfaga tallada en madera con ángeles querubines. La imagen lucía manto negro bordado y saya lisa con bordado a modo de fajín, así como su corona de reina que porta cada Viernes Santo. Como desde hace algunos años atrás, la Señora de la Piedad aparecía con sus primitivas manos entrelazadas de las que colgaba un gran rosario de marfil y en su pecho el broche en oro con el nombre de su advocación.
A sus plantas, y tumbado en las escaleras del Altar Mayor, se hallaba el Santísimo Cristo de las Misericordias sobre una gran alfombra negra y bordada en oro para resguardarlo. La imagen aparecía con su corona de espinas y potencias plateadas, aunque para esta ocasión no estuvo en devoto besapiés.
A sus plantas, y tumbado en las escaleras del Altar Mayor, se hallaba el Santísimo Cristo de las Misericordias sobre una gran alfombra negra y bordada en oro para resguardarlo. La imagen aparecía con su corona de espinas y potencias plateadas, aunque para esta ocasión no estuvo en devoto besapiés.
Un altar tan sencillamente magnífico que recordó a todos aquellos jóvenes ilusionados de la cuaresma de 1989 su sueño de formar una Hermandad. Hoy ya es una bonita realidad.
Pero, dentro de poco, María Santísima de la Piedad volverá a bajar desde su camarín para alargarnos su mano los próximos siete y ocho de diciembre, recordando lo que su pueblo ecijano blindó en 1614 por defender a muerte su Inmaculada Concepción.
María Santísima de la Piedad, junto a su camarera Lola Lucena. |
Pero el domingo, para sorpresa de todos excepto de los hermanos, durante la Santa Misa en su honor, el Capitán de la Guardia Civil, D. José Antonio Martínez Trigo, entregó a María Santísima de la Piedad su fajín de capitán antes de su jubilación. Al ser hermano de la corporación, la Hermandad le homenajeó con un cuadro de María Santísima de la Piedad. También hizo entrega de un tricornio en miniatura, añadiendo que le gustaría que la Hermandad lo portara cada año acompañando a sus titulares.
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