En la mañana de hoy, se ha presentado en el Teatro Municipal el cartel oficial de la Semana Santa de Écija de 2016, obra del artista ecijano Agustín Martín de Soto. Este año se iniciaba un nuevo ciclo de cartelería, aunque continuando en la línea pictórica. También se presentaba por primera vez el cartel en el Teatro Municipal, de acuerdo a las nuevas normas eclesiásticas de no realizar cultos expresamente de las Hermandades en la medida de lo posible.
Al iniciar un nuevo ciclo, la primera cofradía que vemos es la Hermandad del Cautivo, y así lo ha reflejado Agustín, de la cual es hermano de nacimiento continuando la tradición familiar. El artista ecijano ha querido innovar, realizando el cartel de manera horizontal y realzar al máximo los sentimientos personales de cada cofrade astigitano.
Comenzando por la izquierda, de manera cronológica como pretende Martín de Soto, se encuentra la Cruz de Guía que cada año abre la Semana Mayor en Écija, además de representar a todas las Hermandades, puesto que podemos deducirla como una insignia que poseen todas y cada una de ellas. Está rodeada por pequeños nazarenos, y aunque a primera vista se crea que a sus espaldas deja la Parroquia de Santa María, en realidad es la portada del Convento de Santa Florentina. Este edifico a su vez también porta doble significado, pues simboliza a todas aquellas órdenes religiosas que necesitan vocaciones y que tan necesitadas están en nuestros tiempos. Además, ha escogido este monasterio por estar celebrando un Año Jubilar con motivo de los 800 años de Órdenes de Predicadores.
Avanzando hacia el centro, podemos observar a la majestuosa Virgen de las Lágrimas en su paso de palio, y como ha señalado su autor, a la manera tradicional: con su diadema y su espectacular saya. Aparece tras una candelería gastada, pues representa los últimos momentos de su estación de penitencia antes de entrar a la Parroquia de Santa María. El palio no aparece en su totalidad, estando entremezclado con el incienso.
Por último, y como no podía ser de otra manera, Agustín ha plasmado en primerísimo plano el rostro de Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén. Un Cristo que señala que no goza de gran devoción, pero que es muy importante en nuestra Semana Santa y, sobre todo, para los más pequeños, y que él guarda gran cariño. El autor también ha querido apuntar que el cuadro fue terminado el día 6 de enero, Epifanía del Señor, como él quiso que fuera, puesto que nada es casualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario