Ntra. Sra. del Valle Coronada, besamanos 2014. Foto: Alfonso Sarabia. |
La devoción a la Santísima Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Valle parte de una histórica tradición que afirma que San Lucas Evangelista mandó tallar una imagen de María y que siglos después fue traída de Oriente por el papa San Gregorio Magno, quien la regaló a San Leandro, obispo de Sevilla. Muerto éste, fue remitida por su hermano San Isidoro a San Fulgencio. Su devoción comienza en Écija en el siglo VI, cuando San Fulgencio regala a su hermana Santa Florentina esta imagen para el monasterio que fundara la santa en el valle que había en las afueras de Écija, y de ahí su advocación. Este fue el primer Convento femenino que hubo en España, y acogió en sus orígenes a más de trescientas religiosas.
Durante la invasión musulmana este Convento quedó reducido a Ermita. Con la Reconquista, vuelve a tener uso cristiano y se instituye una Hermandad hospitalaria bajo la advocación de Santa María del Valle, fundada en el siglo XIV. Pero no fue hasta 1486 cuando se reedifica el Monasterio mudéjar regido por los padres jerónimos, que continúan con el culto a Nuestra Señora del Valle, gracias a la devoción de los Señores de Palma a la Santísima Virgen. Los frailes contribuyeron a la difusión de esta devoción, y fue tal que el 29 de agosto de 1584 el cabildo municipal realiza voto de fe y la eleva al rango de Santa Patrona de Écija. Sin embargo, el patronazgo no ha tenido nunca reconocimiento jurídico y documental por parte de las autoridades eclesiásticas, puesto que se intituló Patrona a nivel tradicional y popular. No sería hasta un siglo después cuando en todas las publicaciones ecijanas aparece ya Nuestra Señora del Valle como Patrona de Écija. Por lo tanto, el patronazgo de la Virgen del Valle es de reconocimiento público, no jurídico o canónico.
Ermita del Valle, presidida por una réplica de la Patrona. |
La actual Hermandad no se fundaría hasta 1664, con fecha de aprobación de reglas en 15 de septiembre de 1665, por los mismos monjes jerónimos, los cuales realizaban cultos en honor a la Virgen del Valle y la sacaban ellos mismos en procesión. Fue primer Hermano Mayor y fundador don Francisco Clavijo Montiel, siendo Prior del Convento Rvdo. Padre Fray Alonso de Calzadilla. En sus orígenes, solo se aceptaban 150 hermanos y la procesión de Nuestra Señora del Valle tenía lugar el segundo día de Pascua de Resurrección.
La imagen de la Patrona de Écija ha sido protagonista de varias procesiones y traslados a la Parroquia Mayor de Santa Cruz en forma de rogativas. La primera de la que se tiene constancia, aunque probablemente no la primera de la Historia, fue en 1643 con motivo de los deseos de estabilidad en el Reino, al igual que en 1648. Otros motivos de estas salidas extraordinarias fueron:
• 1650: asolación de hambre que padecía Écija.
• 1653: junto con otras muchas procesiones, por la falta de agua. Finalmente no llovió.
• 1654: a pedimento de Felipe IV por las necesidades del Reino.
• 1664: gran sequía. En la procesión de regreso a su templo fue acompañada por San Pablo y las monjas del Espíritu Santo y Santa Florentina. En esos días hubo otras procesiones como la de la Cruz de San Pablo, y otras extrañas penitencias. Tras esto, llovió durante 4 días.
• 1668: falta de agua. Volvió a acompañar a la imagen el patrón San Pablo.
• 1706: a pedimento de la Reina María Luisa Gabriela de Saboya, en forma de plegarias por el buen suceso de Felipe V. De nuevo también salió conjuntamente con San Pablo Apóstol.
Antigua estampa de Nuestra Señora del Valle. |
La Hermandad y la imagen de Nuestra Señora del Valle se trasladan a la Parroquia Mayor de Santa Cruz tras muchos años de ruinas en el Convento entre los siglos XVIII y XIX, coincidiendo con el mayor auge de la devoción a la Santísima Virgen del Valle. En 1849 se establece su sede canónica definitiva en el primer templo ecijano. En 1929, se construye un camarín propio, el actual.
El siglo XX acogería numerosas efemérides históricas para Nuestra Señora del Valle. En 1936, se realiza una salida triunfante de nuestra Patrona por el fin de la Guerra Civil, y en 1954 se nombra a Nuestra Señora del Valle como Alcaldesa perpetua de Écija. Una década después, en 1964, salió de forma extraordinaria con motivo de las misiones populares; este hecho se volvería a repetir en 2016, que durante la Misión Popular de Écija estuvo durante una semana en cada una de las seis parroquias astigitanas.
Durante la procesión de la Patrona en el siglo XX, se adornaba grandiosamente las fachadas del Ayuntamiento y de la Parroquia Mayor de Santa Cruz. El 29 de diciembre de 1974 volvería a salir extraordinariamente con motivo del Año Santo Mariano. Nuevamente salió en julio de 1994 en una procesión de regreso tras una profunda restauración.
Coronación Canónica de Nuestra Señora del Valle. |
Y como única imagen en la ciudad con este honor, Nuestra Señora del Valle fue coronada canónicamente el 8 de septiembre en 1999 a ojos de seis mil ecijanos en el Parque San Pablo. Allí se instaló un grandioso altar en el que el Cardenal, y entonces Arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo colocó sobre las sienes de la Patrona y el Niño Jesús las preseas de ambos. Un sueño que se vio cumplido tras setenta años de lucha para esta concesión. La imagen se trasladó al parque en Rosario de la Aurora y volvió triunfante hasta su templo. Ese año, y con motivo de este acontecimiento, la Virgen del Valle visitó todas y cada una de las Parroquias de Écija, exceptuando San Gil por obras, por lo que fue trasladada a la Iglesia de Santa Ana.
El honor de ser camareras de la Patrona ecijana son de las Hermanas de la Cruz, y su auxiliar es doña María Luisa Osuna Saavedra. A pesar del cargo de las madres angelitas, en su salida procesional la Patrona no suele visitar este Convento. Además, tiene como regla nombrar Hermano Mayor Honorífico al alcalde de la ciudad.
Nuestra Señora del Valle ante las Hermanas de la Cruz. |
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