Y llegó el turno a la Hermandad del Cautivo. En seguida, vino la tarde, también nublada y con claros.
La estación de penitencia del Señor Cautivo y la Madre de las Lágrimas daría comienzo a las 19:00h, pero tuvieron que retrasar una hora su salida debido a la alta probabilidad de lluvia, modificando también su recorrido. Tras salir del Templo, llegaron directamente a Carrera oficial. Los claros azules en el cielo hacían que la Hermandad discurriera tranquila por las calles ecijanas. Y así fue. En principio, la Hermandad llegaría a calle La Marquesa, y luego, el Conde, Mandoble y Templo, pero no se llegó a cumplir este recorrido alternativo. Tras la estabilidad del tiempo, la cofradía anunciaba que el recorrido a seguir lo decidirían sobre la marcha. Al llegar al Hospitalito, la Hermandad avanzó por Santa Ángela de la Cruz, Cánovas del Castillo, Museo, Emilio Castelar, Jesús Sin Soga, Plaza de España, Plaza de Santa María y Templo. La cofradía no quiso dejar desapercibida el paso tradicional por el Convento de Capuchinos y la casa-Hermandad del Rocío.
La Hermandad, tenía su entrada prevista a las 23:00h, pero los pronósticos meteorológicos, el cambio de itinerario y horarios hizo que una de las Cofradías más se quedaran más tiempo en la calle para que el pueblo de Écija admira tan ejemplar Hermandad, que tuvo su entrada pasada la una de la madrugada. Terminaba así un Domingo de Ramos que no empezó con buen pie en ninguna de las dos corporaciones, pero finalizó de forma excepcional e inolvidable.
Este año, Nuestra Madre y Señora de las Lágrimas portó corona en vez de diadema. Y con un nuevo toque de vestimenta, donde se le volvió a poner un sobremanto entre otras novedades.
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