Tras la misa de las 10 en el Convento de la Merced, María Auxiliadora salía en camino hacia la Parroquia del Carmen para procesionar extraordinariamente en este su I Centenario Fundacional. Ambas Auxiliadoras se despedían con todas las emociones recogidas por todos los alumnos del colegio, hermanos de la Archicofradía y devotos y feligreses. Acompañaba para la ocasión la Unión Musical Astigitana.
La Virgen se ponía en marcha cerca de las 11 de la mañana, rodeada por decenas y decenas de devotos que le acompañaban, sobre todo en el cortejo, de los cuales muchos eran niños y niñas con globos y banderas azules y rosas que la Hermandad regalaba a los más pequeños. El cortejo se componía por la Cruz de Guía y los dos estandartes corporativos de la Archicofradía, donde también acompañaban miembros de la Hermandad de la Merced y el Consejo de Hermandades, así como algunas Hermanas Salesianas del Convento de la Merced. La imagen iba portada por todo aquel que quisiera.
Chicotá en chicotá, y de marcha en marcha, la Virgen callejeaba por Écija con diversos balcones engalanados con banderas, destacando el momento donde la Hermandad del Cautivo le hace entrega de un ramo de flores en la calle Valderrama. La Virgen llegaba a su sede a eso de la 1 de la tarde, entrando de espaldas para despedir a su pueblo que le había acompañado durante todo el recorrido. Una vez dentro, se rezó la Salve de María Auxiliadora y unos vivas a la Santísima Virgen, y tras una poesía de un devoto a los pies de Ella, acababa un precioso fin de semana tan intenso como emotivo para la Archicofradía de María Auxiliadora con motivo de su primer siglo de actividad en Écija.
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